viernes, 16 de mayo de 2014

Viernes paseante


Nadie pone hoy en duda los múltiples beneficios del paseo. Se trata de una actividad que proporciona bienestar físico a todas las personas que la realizan. Entre sus bondades se cuentan el control del peso, la mejoría cardiovascular, el fortalecimiento de las piernas, la reducción del colesterol o la reducción de la osteoporosis. 

Con el clima tan benigno que disfrutamos en nuestras latitudes, el paseo siempre ha constituido un elemento esencial de la vida de nuestros pueblos y ciudades. De hecho, gran parte de la estructura urbana de las localidades se vertebra alrededor de una calle, avenida, o paseo, que conforma el centro neurálgico y social de las poblaciones. 
Foto encontrada en runrun.es
Hoy en día, la gente ha perdido este hábito. Tan sólo ciertos colectivos siguen abonados a dicha actividad: los jubilados y las parejas con niños pequeños. Es difícil ver pasear a alguien que no pertenezca a estos grupos sociales. El resto nos desplazamos normalmente en vehículos a motor, o caminamos de forma rápida, con un destino definido: compras, médicos, trabajo, etc. Hay quienes incluso van aún más rápido, haciendo footing, con el fin de eliminar las mismas calorías que con el paseo, pero en el menor tiempo posible. 

No podemos olvidarnos que la civilización que ahora disfrutamos (o padecemos, según se mire) procede en gran parte de lo que unos cuantas personas discurrieron mientras caminaban por el patio del Liceo de Atenas, allá en la lejana Grecia. 

Aquellos sabios peripatéticos nos legaron ciertos conceptos en los que se basa nuestra actual sociedad. Y todo lo pensaron y debatieron mientras daban un paseo alrededor de un patio (peripatoi). Fue allí donde el fundador de esta corriente, Aristóteles, sentó las bases de la Metafísica, la Física, la Lógica, la Política y la Retórica, que plasmó en su célebre Organon. 

Más de 2000 años después, unos científicos de la Universidad de Michigan han llegado a la conclusión de que además de los beneficios físicos, el paseo tiene la virtud de estimular la creatividad. Una buena caminata ayuda a tener más y mejores ideas, ya que romper las limitaciones físicas del espacio ayuda a nuestro cerebro a generar nuevos y brillantes pensamientos. Cosa que ya sabíamos, pero que no hay nada como que nos lo confirmen unos científicos, sobre todo si son de Michigan, para que acabemos de creérnoslo. 

Quizás sea por esto que durante todos estos días los políticos de todos los colores han salido a la calle. Se están dando un buen paseo por toda la geografía, con el fin de recabar recabar ideas estimulantes con las que seducirnos para que les votemos en las elecciones europeas. 

O quizás han decidido tener ellos la iniciativa de dar un paseo por sí mismos para tomar contacto con la realidad, antes de que seamos el resto de mortales quienes les mandemos a paseo. 

En todo caso, se presenta un estupendo fin de semana, propicio para dar largos paseos. Y para aprovechar que esta actividad aún es gratis, antes de que a alguien, en una de sus caminatas, se le ocurra establecer una tasa sobre dicho asunto. ¡Buen finde!


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