Quien más o quien menos está ya cansado de tanta agua. Que sí, que tiene que llover porque es bueno para el campo y para todos en general... Pero ya estamos un poco aburridos de toda la lluvia que está cayendo este año.
La verdad es que no nos debería molestar la abundante presencia del líquido elemento. Hay quien sostiene que el hombre no descendió del árbol, sino que salió del agua, que era su medio natural. Para ello, los defensores de esta hipótesis del simio acuático se apoyan en ciertos detalles como la escasez de pelo en gran parte de nuestro cuerpo (como las ballenas, delfines, morsas…), nuestro control voluntario de la respiración, nuestros elevados niveles de grasa, las lágrimas, los partos acuáticos, o la facilidad con la que nadamos, que nos distinguen bastante del resto de mamíferos terrestres. Sea o no cierto, parece que en todo caso ya no nos hace tanta gracia vivir con el agua al cuello como a nuestros antepasados, salvo para refrescarnos en verano.
En todo caso, y dado que con la lluvia no nos apetece salir demasiado de casa, y para abstraernos del consiguiente aburrimiento, este domingo la gente del cine han estado repartiéndose estatuillas de un pintor ¿?, con el fin último de animarnos a visitar las salas de cine, que ahí no llueve.
Y en una semana de agua y cine no podía faltar una referencia a dos artistas de la natación y de las películas para todos los públicos: Johnny Weissmuller y Esther Williams. Ambos nos acompañaron durante años en las películas de las sobremesas del fin de semana, esas que echaban después de Heidi, Marco, Mazinger Z o el show de la Pantera Rosa. Eran unos de los habituales junto con Jerry Lewis, John Wayne, Fred Astaire, Ginger Rogers, Spencer Tracy, Mickey Rooney o Judy Garland.
Supongo que ahora ambos estarán nadando por el cielo, ya que allí arriba tienen mucha agua para nadar. Y no lo digo por el agua de las nubes. Sin ir más lejos, el motivo por el que ya no se considera a Plutón como un planeta es porque han descubierto que se trata de una bola de agua. Muy grande, eso sí, y helada, pero agua al fin y al cabo, y que si un día se acerca más al sol de lo conveniente, va a acabar derretido completamente. Así que cerramos el círculo (del agua) y retornamos al líquido elemento, una vez más.
Os deseo un buen fin de semana. Espero que este fin de semana no empiece y termine con agua, como esta reseña. Y si así lo hace, siempre podréis distraeros viendo películas, antiguas o modernas, como queráis. O yendo a nadar a la piscina (climatizada, por supuesto).
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