Se define friggatriscaidecafobia a la fobia específica al viernes 13. La palabra deriva de los términos Frigga (diosa vikinga de donde procede la palabra friday, viernes en inglés), tris (tres), cai (y), deca (diez) y fobia (miedo).
Dicen que el 13 da mala suerte, pero no deja de ser una superstición, ¿o no?
La verdad es que esto es algo que viene de antiguo. En realidad, de los tiempos de nuestros ancestros, que adoraban a las fuerzas de la naturaleza. Nuestros antepasados descubrieron que había años con 12 lunas, y años con 13 lunas. En realidad, la media es de 12,41 lunas nuevas por año. Antes de que configurásemos los calendarios con 12 meses, hubo calendarios con 13 meses, uno de los cuales era más reducido que los demás.
Esta decimotercera luna, que provocaba un mes atípico, de menos días que el resto, daba más quebraderos de cabeza que ventajas a los chamanes que tenían que manejar el tema del calendario, así que finalmente acabaron cogiéndole ‘rabia’ al número.
Así comenzó todo. Esta manía fue recogida por la civilización babilónica, que consideraban al 13 un número siniestro, y así la ley número 13 es omitida en el Código de Hammurabi. Zoroastro también lo identifica con el diablo, y en la mitología nórdica aparece el Dios Loki, señor de las mentiras y el engaño, como el dios número 13 asistente a una cena fatídica (el 13 y las cenas parecen que están íntimamente relacionados).
También los egipcios reservaron el número 13 para la última etapa de la vida, la de la muerte. De igual forma lo recoge el Tarot, que también reserva la carta de la muerte para esta cifra.
Y en el cristianismo encontramos numerosas referencias. Desde el invitado nº 13 a la Última Cena de Jesucristo (Judas Iscariote), que fue quien le traicionó, hasta el capítulo 13 del Apocalipsis, en el que se predice la venida del Anticristo.
De aquí solo hay un paso a que algunos lleven esta fobia a extremos insospechados.
Así, nos encontramos con países en los que se omite el piso número 13 en los bloques de edificios, en los hoteles y en los ascensores, vemos calles sin portales con el número 13, aviones sin fila 13 de asientos, o deportistas que evitan llevar ese dorsal en la camiseta, entre otras curiosidades. En otros casos se sustituye el piso 13 por el 12 bis, por ejemplo. También hay programas informáticos que saltan de la versión 12 a la 14, e igualmente hizo la Renault con la numeración de sus modelos.
En cuanto a la mezcla de viernes y 13, se atribuye su mala reputación, por un parte, al viernes 13 de octubre de 1307, día en el que se ordenó el arresto y ejecución de los caballeros templarios. Y en otros casos, a que fue en viernes cuando Cristo fue crucificado.
No obstante, podríamos encontrar un montón de siniestras coincidencias para cualquier otro número que elijamos, y para cualquier día de la semana. De hecho, a mí me sientan pero los lunes 13 que los viernes 13...
Espero que este viernes os traiga suficiente buena suerte para todo el fin de semana.
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